sábado, 9 de noviembre de 2019

Los amigos de la universidad

Todo el mundo dice que los amigos de la universidad te marcan para toda la vida. Ahora, tras haber completado esta etapa, puedo confirmar esa frase. Es cierto que dichos amigos dejan huella. Dejan huella, quizás, porque los conoces en un momento importante, un momento de transición donde te lanzas de lleno a la vida adulta. Son personas con las que compartes gustos, aunque sea por haber elegido la misma carrera.

Sin embargo, aunque estos amigos te marcan, tengo la sensación de que no van a ser para toda la vida. Solo han pasado unos meses desde que acabamos la carrera y estamos más distanciados que nunca. No me extraña, al contrario, me parece normal. Cada uno ha emprendido un vuelo con un camino que lleva a destinos diferentes. Ya no tenemos esa carrera, ese lugar que nos unía. Y no me enfada esta situación, la entiendo y me entristece. Ahora ya sí somos adultos en busca de un lugar en el mundo (no solo el laboral).

En dos meses mi trayectoria tomará un rumbo diferente al de todos ellos: Estados Unidos. Si ya resulta difícil encontrar un punto de unión ahora que algunos seguimos en la misma ciudad, cuando esté lejos será imposible. Mi miedo es, quizás, que la distancia no solo sea física con ellos y que al volver nuestra relación haya tocado el más profundo de los fondos.

Sea como sea, siempre estaré agradecida a las personas que he conocido estos últimos cuatro años porque gracias a ellas he conseguido madurar y avanzar en el camino. Si no conseguimos mantenernos, siempre nos quedarán los recuerdos de una amistad que, aunque comenzó tarde y duró poco, fue muy intensa.